miércoles, 5 de julio de 2006

En el suelo




No desearía a nadie ser una alfombra.
Porque estás sucio.
Porque te pisan todos.
Porque eres cobijo de parásitos.
No se lo deseo a nadie, aunque sea del Ikea.



(Alfombra de la sala de espera de mi oficina)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy mal tu desprecio por las alfombras! mi madre te mataría. algunas son verdaderas obras de arte, donde las mujeres (sí ¿qe le vamos a hacer?) dejan sus vidas y sus ojos para crear las, y lo sorprendente es que a más usadas, pisadas y viejas más valor, pasa lo mismo como con los corazones.

ten un buen día cielo

Anónimo dijo...

Pero da calorcillo en invierno.

Anónimo dijo...

hermosa, el viento sopla a favor...

no sé si nos veremos pronto, si mucho o poco... estoy empezando a ser una persona impaciente

no paro de hacer maletas sin deshacerlas primero en un sitio... pero esta vez las haré feliz!